Los científicos lo han dicho claramente: si queremos evitar los peores impactos del cambio climático debemos encontrar la manera de que las temperaturas globales no sigan subiendo.
El desafío es inmenso. Las temperaturas ya están 1 grado centígrado por encima de los niveles preindustriales y, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), con solo elevarse otro 0.5 C los efectos podrían ser devastadores.
Ante este escenario, muchos países están buscando urgentemente cómo resolver sus necesidades energéticas sin seguir dañando al medioambiente.
Una de las soluciones que están desarrollando algunas naciones es la del hidrógeno verde, también conocido como hidrógeno renovable o e-Hydrogen.
El hidrógeno es el elemento químico más abundante en el universo. Las estrellas, como nuestro Sol, están formadas principalmente de este gas, que también puede tomar estado líquido.
El hidrógeno es muy poderoso: tiene tres veces más energía que la gasolina.
Pero, a diferencia de esta, es una fuente de energía limpia, ya que solo libera agua (H2O), en forma de vapor, y no produce dióxido de carbono (CO2).
Todo este optimismo en torno a lo que la revista Forbes ha llamado “la energía del futuro” se relaciona con una serie de megaproyectos que se planean alrededor del mundo.
Estas obras -que han sido anunciadas, pero en la mayoría de los casos están en fase de planificación- representarían una enorme expansión del mercado del hidrógeno verde, ampliando la capacidad actual de unos 80GW a más de 140GW.
Aquí te contamos cuáles son los seis países con los mayores proyectos de producción de hidrógeno verde.
La nación más grande de Oceanía lidera los planes de producción de este nuevo combustible limpio con propuestas para construir 5 megaproyectos en su territorio, gracias a sus enormes recursos de energía renovable, en particular la eólica y solar.
El proyecto más grande -del país y del mundo- es el Asian Renewable Energy Hub, en Pilbara, Australia Occidental, donde se planea construir una serie de plantas con electrolizadores con una capacidad total de 14GW.
Se prevé que el proyecto de US$36.000 millones esté listo para 2027-28.
Los otros cuatro proyectos (dos en Australia Occidental y dos en Queensland, en el este) están todavía en la fase inicial de planificación, pero, de aprobarse, sumarían otros 13.1GW.
Por todo esto, algunos están llamando a Australia “la Arabia Saudita del hidrógeno verde”.
La petrolera anglo-neerlandesa Shell lidera junto con otros desarrolladores el proyecto NortH2 en el Puerto de Ems, en el norte de Países Bajos, que prevé la construcción de al menos 10GW de eletrolizadores.
El objetivo es tener 1GW para 2027 y 4GW para 2030, utilizando energía eólica offshore.
A mediados de este año se completará el estudio de viabilidad del proyecto, cuyo costo no ha sido divulgado.
El hidrógeno generado planea utilizarse para potencial la industria pesada tanto en Países Bajos como en Alemania.
Los alemanes también planean sus propios proyectos de hidrógeno verde en territorio nacional. El más grande es el de AquaVentus, en la pequeña isla de Heligoland, en el mar del Norte.
El plan es construir allí 10GW de capacidad para 2035.
Un consorcio de 27 empresas, instituciones de investigación y organizaciones -incluyendo a Shell- impulsan el proyecto, que utilizará los poderosos vientos de la región como fuente energética.
Un segundo proyecto más pequeño se planea en Rostock, en la costa norte alemana, donde un consorcio liderado por la energética local RWE prevé la construcción de otro 1GW de energía verde.
El gigante asiático es el principal productor mundial de hidrógeno, pero hasta ahora ha usado hidrocarburos para generar casi toda esa energía.
No obstante, el país está dando sus primeros pasos en el mercado del hidrógeno verde con la construcción de un megaproyecto en la región autónoma de Mongolia Interior, en el norte del país.
El proyecto es liderado por la empresa de servicios públicos estatal Beijing Jingneng, que invertirá US$3.000 millones para generar 5GW a partir de la energía eólica y solar.
Se prevé que el proyecto esté listo este año.
El país árabe con mayores reservas de petróleo también planea incursionar en el mercado del hidrógeno verde, con el llamado Helios Green Fuels Project.
Estará ubicado en la futurista “ciudad inteligente” de NEOM, emplazada a orillas del mar Rojo, en la provincia de Tabuk, en el noroeste del país.
Se ve prevé que el proyecto de US$5.000 millones instale 4GW de electrolizadores para 2025.
El país sudamericano, considerado una de las mecas de la energía solar, fue el primero en la región en presentar una “Estrategia nacional de hidrógeno verde”, en noviembre de 2020.
Y también es el único latinoamericano con dos proyectos en desarrollo: HyEx, de la energética francesa Engie y la empresa chilena de servicios mineros Enaex, y Highly Innovative Fuels (HIF), de AME, Enap, Enel Green Power, Porsche y Siemens Energy.*
El primero, basado en Antofagasta, en el norte de Chile, utilizará energía solar para potenciar electrolizadores de 1.6GW. El hidrógeno verde se utilizará en la minería.
Una prueba piloto inicial prevé instalar 16MW para 2024.
El proyecto HIF, en la punta opuesta de Chile, en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, usará energía eólica para generar e-combustibles en base a hidrógeno verde.
Según información de la empresa AME, “el piloto usará un electrolizador de 1,25 MW y en las fases comerciales será superior a 1GW”.
El ministro de Energía chileno, Juan Carlos Jobet, señaló que el país no solo buscar generar hidrógeno verde para cumplir con su objetivo de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, sino que incluso aspira a poder exportar este combustible limpio en el futuro.
“Si hacemos las cosas bien, la industria del hidrógeno verde en Chile puede ser tan importante como la minería, el sector forestal o como fueron alguna vez los salmones”, señaló en declaraciones a la revista Electricidad.
Fuente: bbc.com/mundo/