Naufragios y vehículos eléctricos: el nuevo riesgo para nuestros océanos
Junio 24, 2025
Naufragios y vehículos eléctricos: el nuevo riesgo para nuestros océanos
Junio 24, 2025

El hundimiento del portacontenedores MSC ELSA 3 frente a las costas del suroeste de la India ha puesto nuevamente en evidencia los riesgos asociados al transporte marítimo y sus posibles consecuencias ambientales. Esta vez, no fue un incendio ni una tormenta, sino un fallo en el sistema de gestión de agua de lastre lo que habría provocado la escora y posterior hundimiento del buque.

Además de las pérdidas materiales, este accidente representa un riesgo significativo para los ecosistemas marinos, generando un escenario que Chile también debe observar con atención.

¿Qué ocurrió con el MSC ELSA 3?

El 25 de mayo de 2025, el buque MSC ELSA 3, con bandera de Liberia y más de 28 años de servicio, naufragó mientras se dirigía desde Vizhinjam hacia el puerto de Kochi. Transportaba más de 600 contenedores, y entre sus tanques, más de 450 toneladas de combustibles marinos (VLSFO y MGO).

Las investigaciones preliminares apuntan a un fallo en el sistema de agua de lastre, un mecanismo diseñado para equilibrar la estabilidad del buque. El error técnico habría provocado que el navío escorara 26 grados, perdiendo toda su capacidad operativa antes de hundirse por completo.

El agua de lastre: necesaria, pero potencialmente peligrosa

Los sistemas de gestión de agua de lastre son fundamentales para mantener la estabilidad de los buques. Sin embargo, su mal funcionamiento puede comprometer no solo la seguridad de la embarcación, sino también desencadenar emergencias ambientales graves.

Cuando un buque se hunde con combustible a bordo y cargas peligrosas, como ocurrió en este caso, el océano se convierte en receptor de contaminantes tóxicos que afectan la biodiversidad, la pesca artesanal y las comunidades costeras.

Respuesta ante el derrame y advertencias a la población

Tras el siniestro, la Guardia Costera de la India rescató a los 24 tripulantes y desplegó recursos para contener el derrame de combustible. Se utilizaron dispersantes químicos y se emitió una alerta máxima por el riesgo ambiental en la zona.

Entre los contenedores a bordo, al menos 13 contenían materiales peligrosos y 12 transportaban calcio de carburo, un compuesto altamente reactivo con el agua. Varios de estos comenzaron a llegar a las playas cercanas, obligando a las autoridades a advertir a residentes y pescadores que eviten la zona afectada.

Este tipo de escenarios también es posible en aguas chilenas, donde buques de carga transitan frecuentemente con sustancias peligrosas en su interior.

Lecciones para Chile: ¿estamos preparados?

Chile tiene una extensa red de puertos y un litoral que sirve como ruta clave para el comercio internacional. El creciente volumen de tráfico marítimo, junto a la edad de algunas embarcaciones en circulación, hace urgente la preparación ante emergencias oceánicas.

Un incidente similar al del MSC ELSA 3 podría tener consecuencias devastadoras en nuestras costas, particularmente en zonas de alta sensibilidad ecológica o turística. Por eso es fundamental que los puertos y las empresas con operaciones marítimas cuenten con planes de contingencia y soluciones efectivas para la contención de derrames.

Absorbentes oleofílicos: aliados en la defensa del mar

Los absorbentes de hidrocarburos son herramientas clave para responder rápidamente ante derrames de combustibles en el mar. Estos productos están diseñados para absorber aceites, petróleo y derivados sin retener agua, lo que los convierte en la solución ideal para contener y recuperar contaminantes en ambientes marítimos.

Su uso incluye:

  • Barreras flotantes que impiden la expansión del derrame.

  • Almohadillas y mantas absorbentes para recolección superficial.

  • Kits de emergencia en puertos, embarcaciones y centros logísticos.

Contar con estos insumos disponibles en puntos estratégicos permite reducir el impacto ambiental de incidentes marítimos, protegiendo no solo el océano, sino también las economías costeras basadas en la pesca y el turismo.

Carga peligrosa, fallas técnicas y falta de preparación

El caso del MSC ELSA 3 deja en evidencia una combinación crítica: un buque con más de 25 años de servicio, carga peligrosa y una posible falla técnica en un sistema clave. Esta mezcla pone en riesgo no solo a la tripulación, sino al entorno marino y a quienes dependen de él.

Hoy más que nunca, el cuidado del mar requiere tecnología, protocolos claros y una cultura de prevención activa. Las soluciones existen, pero deben ser implementadas antes de que ocurran los desastres.

La mejor forma de proteger nuestros océanos es actuar antes de que sea demasiado tarde.